Qué decir
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¡Hazles saber que no están solos! Aunque está claro que no es aceptable que esto ocurra, hay muchas personas que han vivido situaciones similares y han salido adelante.
No menosprecies a tu amigo. Recuerda que el maltrato a las mujeres es transversal a todos los grupos socioeconómicos y políticos. Todos podemos encontrarnos expuestos a ello.
Recuerda que cada caso es único, aunque existan patrones de abuso similares en muchas relaciones abusivas. No hay respuestas universales ni formas de salir de las relaciones violentas y abusivas. Debes respetar cada caso individual. No compares la situación de tu amigo con otra diferente ya que esto puede trivializar su incidente o hacerle sentir que no se le toma en serio.
Deja claro que tú le crees. Nunca dudes de que tu amigo te está diciendo la verdad o puede que no sea capaz de confiar en ti. Recuerda que es un gran paso contarle a alguien que su pareja es violenta o abusiva. Debes confiar en tu amigo para que él pueda confiar en ti.
Ten cuidado de no juzgar cuando expreses tu opinión. Por ejemplo, no digas "¡nunca hubiera esperado que dejaras que te pasara algo así!".
No asumas que la violencia y el maltrato son mutuos. Esta suposición se da con especial frecuencia en las relaciones entre personas del mismo sexo porque a veces se cree que una mayor similitud en la fuerza física significa probablemente que el abuso es mutuo. Esta es, por supuesto, una lógica incorrecta. Sé consciente de las suposiciones subconscientes que haces para poder ponerte al día. Cree lo que te dice tu amigo y no asumas que sabes más. Las personas que sufren malos tratos en manos de su pareja tienden a culparse y menospreciarse. Si expresas tus dudas, no les estás ayudando.
Recuerda que no puedes sacar a tu amigo de esta situación tú solo. La persona que está sumida en una relación de maltrato debe decidir por sí solo cuándo y cómo salir de la relación. Puede ser frustrante ver como se queda en la relación. Aunque siga poniéndose en esa situación, no le culpes y no intentes forzar una solución rápida. Respeta a tu amigo y el tiempo que necesite. No intentes resolver la situación tú mismo, sólo tu amigo puede elegir hacerlo. Lo más importante es permanecer a su lado y disponible para hablar.
No te culpes si tu amigo sigue en la relación. Es difícil dejar una relación abusiva y puede llevar mucho tiempo. Sigue apoyándolo y ofreciéndole un espacio seguro en el que pueda hablar contigo en confianza. Proporcionar confianza y apoyo es esencial para ayudarles a tener un poco de alivio y finalmente liberarse.
Intenta centrar la conversación en cómo se siente tu amigo. A menudo, las personas que sufren abuso a manos de su pareja son culpadas de la situación y sus sentimientos pueden ser invalidados. Ayúdale a explorar sus sentimientos y a comprender que no está equivocado ni tiene la culpa.
Ayúdale a aclarar e interpretar lo que ha sucedido. Haz que tu amigo te hable de los momentos en los que su pareja fue violenta o abusiva. Pídele que te hable de los momentos en los que fue controlador o coercitivo. Ayúdale a separar los hechos de los sentimientos. Con demasiada frecuencia, las palabras "amor" y "pasión" se utilizan para justificar cualquier tipo de comportamiento.
Preguntale a tu amigo cómo puedes ayudarle. Tu amigo puede saber en qué necesita tu ayuda. No hagas suposiciones sobre sus necesidades, pregunta primero.
Intenta ayudarles a explorar el desequilibrio de poder que caracteriza las relaciones abusivas. ¿Su amigo hace a menudo concesiones para complacer a su pareja? ¿Es su pareja condescendiente? ¿Cambia su comportamiento para complacer a su pareja? ¿Evita a sus amigos para que su pareja se sienta mejor? Ayúdale a comprender y a darse cuenta de que nunca podrá hacer feliz a su pareja abusiva, sino que acabará abandonando su propia identidad. El cuadro de coacción de Biderman(en inglés) es un ejemplo de herramienta útil para identificar el maltrato. Por otro lado, puede ser particularmente difícil para las personas que se identifican como LGBTQIA+ identificar el abuso dentro de sus relaciones. El abuso en estas relaciones muy a menudo no sigue la narrativa que solemos escuchar. El Proyecto Supernova describe cómo puede ser este abuso en las relaciones LGBTQIA+, convirtiéndose en una herramienta muy útil para identificar el abuso en estos casos.
No legitimar la violencia y el abuso. Aunque debes tener cuidado de no asustarlos, debes reconocer y nombrar la violencia y el abuso como lo que son. Ninguna emoción puede justificar la violencia o el maltrato.
Deja claro que la dependencia de sustancias no es una excusa. El uso y abuso de drogas, alcohol y productos farmacéuticos no es una excusa para ejercer la violencia o el abuso en ninguna situación.
¡Nada excusa el comportamiento violento! Aunque pueda explicar el comportamiento de alguna manera, el pasado traumático del agresor o las circunstancias difíciles nunca son una justificación para el abuso y la violencia.
Destaca los puntos fuertes de tu amigo y las posibilidades que tiene. A menudo, las personas que sufren violencia y abusos se sienten impotentes y abrumadas por la situación. La ayuda externa puede hacer que se sientan menos solas y que se den cuenta de que están muy lejos de ser inútiles, aunque su maltratador les haya hecho sentir así. Ayúdales a entender que pueden retomar el control de la situación y que pueden determinar el camino de su vida. Si se sienten nerviosos por no tener suficientes pruebas del maltrato en sí para convencer a la familia y/o a las autoridades, puedes consultar nuestro artículo "Cómo construir tu propio caso de violencia doméstica sin abogado", que por el momento está en inglés, que ofrece consejos y plantillas sobre cómo reunir y mostrar pruebas.
Si crees que puede ser de ayuda, llévala a un refugio para mujeres o a un centro de acogida o a casa de alguien donde se sienta segura.
Ayuda a tu amigo a encontrar un alojamiento alternativo, sobre todo si necesita alejarse de su pareja o si crees que está en peligro.
Si crees que podría ayudar, y te sientes cómodo haciéndolo, habla con tu amigo sobre tus propias experiencias de relaciones violentas o abusivas. Podría ayudarles a sentirse menos incapaces y avergonzados. La violencia de género y del mismo sexo es un problema colectivo. Reconocerlos, compartir historias y apoyarse mutuamente es esencial en la lucha contra ellos.