Cómo escuchar
It’s not all about the ears:
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Cuando alguien vive una relación violenta o abusiva, a menudo le resulta difícil hablar de ello con otras personas. Pueden tener miedo a ser juzgados o acusados de mentirosos. Pueden sentirse obligados a demostrar qué están diciendo la verdad pero también avergonzados de estar en una relación abusiva.
Hay muchas formas de maltrato (físico, verbal, psicológico, emocional, sexual) y cuando alguien lo está viviendo, no siempre es fácil reconocer el maltrato por lo que es. El primer paso para salir de una relación violenta o abusiva es ser capaz de reconocerlo. Hablar de lo que están viviendo, aunque les confunda, es una forma de compartir sus sentimientos sobre aquello que no va bien o no va como debería. La forma en la que un amigo escucha estas historias es de vital importancia.
Escucha con paciencia. No interrumpas ni impongas tus opiniones. Es normal que tengas ganas de hacerlo porque quieres sacarles de la situación lo antes posible. Sin embargo, corres el riesgo de que se cierren en banda y eviten hablarte abiertamente en el futuro.
Espera y respeta el tiempo que se tomen para contarte su historia. Es posible que tu amigo no esté preparado para contarte todo lo que le ha pasado de una sola vez.
Ten en cuenta el entorno en el que os reunís y habláis. Intenta reunirte en un lugar tranquilo que sea lo suficientemente neutral como para ayudarles a hablar de temas tan difíciles. Es posible que tu amigo no quiera hablar de ello en público, por lo que tal vez debas dar un paseo o realizar una actividad, como cocinar juntos. A veces es más fácil hablar cuando no os estáis mirando el uno al otro de frente.
No juzgues. Tu opinión es importante, pero no debes hacer que tu amigo se sienta juzgado. Intenta mantener una conversación que les permita hablar libremente. Haz preguntas abiertas que les animen a explicar su situación y a describir sus experiencias. Por ejemplo, puedes preguntar simplemente "¿Cómo estás?" o "Me encantaría saber qué te pasa. ¿Te gustaría compartirlo conmigo?". También puedes replicar lo que te digan, utilizando frases como "Parece que estás..." o "Por lo que he entendido, estás diciendo que...". También puedes intentar evitar las preguntas que exigen que tu amigo justifique sus experiencias, como las que empiezan con "¿por qué...?".
Escucha y ten cuidado con lo que dices. Recuerda que tu amigo puede tener sentimientos positivos, como el amor, hacia su agresor. Atacar a su agresor puede hacer que tu amigo se ponga a la defensiva y/o se cierre.
Intenta averiguar si tu amigo está en peligro. Escucha con atención y sensibilidad lo que te dice. Intenta evaluar con cuidado si corre peligro, pero asegúrate de no asustarle. Al final de esta guía encontrarás diferentes recursos que explican las señales a las que debes prestar atención.
Habla con tu amigo habitualmente. No dejes pasar mucho tiempo entre las conversaciones sobre su situación. Trata de hacerlo sin ser intrusivo pero eso sí, intenta crear un espacio seguro en el que pueda hablar contigo en confianza.
Sugiere a tu amigo que hable con otras personas, pero sólo si es seguro hacerlo. Es realmente importante que, para evitar que aumente el riesgo, sólo cuente información sensible a personas en las que sepa que puede confiar, especialmente si las personas de las que no está seguro están relacionadas con su agresor o con la familia de éste. Una forma de poner a prueba a las personas es contarles un pequeño e inocente secreto y esperar a ver si rompen la confianza de tu amigo. Si lo hacen, tu amigo sabrá que no debe confiar en ellos. Si su familia, amigos y compañeros de trabajo le apoyan, puedes animar a tu amigo a crear una red de confianza. Esto le ayudará a obtener el apoyo y la protección que necesita.
Habla con alguien. Una vez que tu amigo te haya confiado su situación, tú también necesitarás apoyo. Mientras ayudas a tu amigo a superar esta difícil situación, es importante que cuides de tu propia salud mental durante el proceso. Puedes sentirte frustrado e impotente si intentas resolver la situación solo.
Elige cuidadosamente con quién hablas. Habla con alguien en quien puedas confiar y que pueda ayudarte a entender cómo seguir adelante. Asegúrate de no hablar con alguien que también sea cercano a tu amigo, o con alguien en quien no quiera confiar.
No hables de la situación con la pareja de tu amigo. No puedes resolver la situación mediando entre ellos. No debes contarle a su pareja lo que te ha contado. Hacerlo puede poner en peligro a tu amigo y puede dificultar su situación. Pero sobre todo, es probable que pierdas la confianza de tu amigo.
Recuerda que puedes buscar apoyo profesional. Puede ser muy difícil emocionalmente apoyar a un amigo en una relación violenta. Si la situación continúa, recuerda que no es tu culpa. Existen diversas redes de apoyo profesional para proteger a las personas que mantienen relaciones violentas. Puedes ponerte en contacto con ellas para pedir consejo y hablar de tus sentimientos. Están disponibles para las personas que están, tanto en relaciones homosexuales, como en relaciones heterosexuales. Somos conscientes de que estas estructuras de apoyo pueden no existir o ser de difícil acceso desde el lugar en el que vives y de que es una situación difícil. En ese caso, existen otros recursos a los que puedes acceder a través de Internet, como el asesoramiento en línea o las salas de chat. Por ejemplo, échale un vistazo a 7 Cups of Tea (hay versión en Español), o busca más recursos al final de esta guía.
En Chayn, ofrecemos plataformas diseñadas para ayudar a las personas que sufren maltrato doméstico en diferentes regiones del mundo, visita nuestras secciones locales Chayn Pakistán, Chayn India, Chayn Italia y nuestra plataforma Supernova Project (Inglés) para obtener información relacionada con el maltrato doméstico en las relaciones LGBTQIA+ y enlaces a organizaciones útiles cerca de donde vives. Recuerda que no puedes resolver la situación por ti mismo. No estás en la relación y, por tanto, no puedes controlar lo que ocurre. Esto puede ser frustrante y hacerte sentir que no estás haciendo nada para ayudar. Intenta recordar que escuchar y apoyar a tu amigo es una de las cosas más importantes que puedes hacer para que se sienta más fuerte.